Bresca

Si buscas un rincón acogedor para disfrutar de auténtica comida italiana en Madrid, Bresca es una excelente opción. Ubicado a pocos pasos de Gran Vía y la estación de metro Sevilla, este restaurante ofrece un ambiente tranquilo y una decoración particular que lo hace único.

La experiencia gastronómica fue excelente. Probamos su deliciosa pizza, la Trufina y la Carbonara Halloween, ambas con sabores bien equilibrados y una presentación original que nos sorprendió gratamente. De postre, el helado Bresco resultó ser el cierre perfecto: cremoso y lleno de sabor. Además, cuentan con opciones sin gluten, lo cual es un gran punto a favor.

El servicio fue rápido y amable, y encontramos mesa fácilmente para dos sin necesidad de reserva. En general, Bresca es un lugar altamente recomendable tanto por su comida como por su ambiente, ideal para una velada relajada disfrutando de la auténtica cocina italiana.

Luces y sombras. Me llama la atención que habiendo reservado con casi una semana, nos hayan preparado un sitio justo en la puerta. Además, sabían que íbamos con un bebé al pedirles tropa y dejarlo escrito exproceso. Por tanto, la experiencia al estar, ahora casi en invierno, con estos 7 maravillosos grados, se quedaba uno pajarito cada vez que un cliente entraba y salía. Quizá si pusieran un biombo o algo que cortara el viento y frío, ayudaría. Además, no atienden si no llevas reserva y hay varias plantas. En este sentido les doy un * porque me parece, cuanto menos, algo muy criticable.
Sobre la comida, pues bueno, creo que les falta variedad en la comida con gluten, eché de menos pizzas normales, algo más de pasta, algún calzzone... pero bueno, comí una masa madre de boletus que estaba bastante buena. El servicio rápido, pero la chica era un poco seca y borde, por lo demás todo muy correcto. Avisaros 3 cosas:
1) La trona no es trona, sino un adaptador de trona a algún tipo de silla, no a rodas
2) Debes reservar.
3) Los vasos son de chupitos porque sino en la mesa, que son pequeñas, no caben.